Clásico hay uno solo: El de Rosario

Newell´s y Central representan el sentido clásico de la rivalidad

Por Ariel Marini

Clasico hay una solo: El de Rosario

Newell´s y Central representan el sentido clásico de la rivalidad
Se disputó un nuevo Boca – River en el país y una vez más quedó instalado en la sociedad por el marketing mediático de los grandes medios nacionales.

River y Boca es un producto del negocio del fútbol en Argentina. Central – Newell¨s es el clásico que se aleja del mercantilismo salvaje. No cae en la tentación de la repetición en series solamente con fines recaudatorios.
Millonarios y Xeneises juegan los partidos oficiales del torneo doméstico pero a su vez le agregan Copas con distintos nombres en Mar del Plata, Mendoza, San Juan y en cada rincón del planeta donde pueda florecer un billete. Ya aburren de tantas veces que se ven la cara.

Canallas y leprosos saben que son solo dos partidos al año. Se disputa uno y hay que esperar seis meses para el otro. Son partidos oficiales. Bien lejos de inventar algún desafío veraniego que lo transformaría en más de lo mismo.

Son tantas veces las que se enfrentan Boca y River que se pierde el sabor por la victoria. Ganaste un clásico, pero como ya estás pensando en el que viene, no se puede saborear por mucho tiempo el triunfo. Y como lo juegan en grandes “cantidades” los triunfos de unos y otros se van intercalando, por lo cual no genera demasiada sorpresa entre sus hinchas cuando se gana.

En el clásico de Rosario se juega poco por lo tanto ganar se disfruta muchísimo. Ganar un clásico es sublime. La palabra ganar en el clásico rosarino está grabada a fuego. Hasta nombrarla suena diferente. Tiene peso específico.

No hay dudas que un Boca – River es masivo, pero está lejos de ser el más clásico. Por la pasión, por la rivalidad, por la gran historia en el fútbol argentino de leprosos y canallas, el de Rosario es único.

Sobran los testimonios de futbolistas que no se formaron en las inferiores de los equipos de Rosario, que lo disputaron y coinciden con que el clásico de acá no se compara con nada.

En Boca-River, Racing- Independiente, jugadores que hayan vestido las dos camisetas es muy común, mientras que en Rosario habría que remontarse a principios de los 80 del siglo pasado. Hoy es inadmisible. Huele a traición a la patria

Es a todo o nada y no hay revancha a la vuela de la esquina. Habrá que cargar con la cruz en caso de una derrota por mucho tiempo. Por eso nadie quiere perder. Por eso muchas veces se juega mal. Porque el desquite queda demasiado lejos y masticar tanta bronca genera dolor. Duele perder un clásico

Claro que la imposición de los grandes medios nacionales, nos impregnan de un Boca-River en todas sus formas. Lo presentan como el gran juego de todos los tiempos pero queda sí, como un gran espectáculo deportivo. Un gran show.

Pero si hablamos de fútbol lejos del marketing, nada se compara de un Newell´s - Central. Es único. Incomparable por lo bueno y por lo malo. Es el verdadero clásico del fútbol argentino

Comentar