El canalla tocó fondo tras la vergonzosa caída frente al descendido Arsenal
Por Ariel Marini
En esta misma página escribíamos hace tiempo atrás que a Central lo sostenían únicamente los resultados del arranque del año porque su funcionamiento distaba mucho de ser el ideal. Y puntualizábamos que cuando aparecieran algunas derrotas podrían venir las dudas y recriminaciones. Con la cuarta derrota en forma consecutiva se confirmó que el puntaje obtenido por el canalla no estaba consolidado por un proyecto futbolístico serio, sino apenas por algunos goles de pelota parada.
Pero sin dudas que la derrota frente al descendido Arsenal de Sarandí desnudó una crisis muy compleja en Central. Que nace en los directivos, sigue por los cuerpos técnicos y termina claramente en los jugadores como responsables de esta realidad paupérrima. Habría que bucear mucho para encontrar una victoria por cuatro goles de un conjunto descendido contra otro que seguirá participando en la liga mayor. Papelón.
Los primeros responsables son los integrantes de la Comisión Directiva. Despilfarraron el plantel con más jerarquía de Central en los úlltimos años y luego con sus ventas millonarias no pararon de cometer errores en las contrataciones de jugadores de mediocre estatura futbolística. Dentro de los dirigentes párrafo a parte para el actual manager Mauro Cetto que no contabiliza acierto alguno en el tema refuerzos. Parece que el proceso positivo de Eduardo Coudet se asemeja más a un pleno acertado que a un estudio consustanciado. Pero lo peor estaba por venir. Con la salida del Chacho los dirigentes contrataron al uruguayo Montero sin pergaminos en el fútbol argentino y que por su forma de trabajo no potenciaba a jugadores de inferiores, que fue uno de los caballitos de batallas que tenía esta comisión como propuesta de gobierno. Cuando llegó Leo Fernandez un DT que respondía a esa línea de trabajo, nunca fue del agrado de los directivos y pese a una buena cosecha de puntos hicieron lo imposile para esmerilar su trabajo, forzando la salida del Técnico luego de la derrota frente a Defensa y Justicia.
Párrafo final para los futbolístas. La derrota humillante contra Arsenal los deja totalmente expuestos. Sin juego, sin reacción, sin amor propio, con una exasperante lentitud, sin rebeldía hicieron poco por no decir nada, para defender en la cancha a los técnicos que pasaron. Los hinchas no creen en la victimización de algunos o la empatía de otros. Exigen redoblar los esfuerzos para salir de esta situacíon. "Se puede jugar bien o mal pero lo que no se negocia es la entrega". sostienen los hinchas. Materia que tendrán que aprobar los futbolístas.
Algunos allegados a los dirigentes marcan ciertos objetivos sociales e institucionales logrados por este gobierno. Sin discutirlos a priori parecen insuficientes desde lo futbolístico. Porque Central es un club de fútbol esencialmente. Si alguno tiene dudas, que le pregunten a los socios los verdaderos dueños de la entidad, cuales son sus prioridades institucionales. Ya sabrán la respuesta
Año de elecciones. Y como suele pasar, las crisis futbolísticas habilitan a que cualquiera se crea con capacidad para ocupar el sillón presidencial. Y casi siempre el remedio termina siendo peor que la enfermedad. Los socios del club tendrán que estar atentos para no allanar el camino de propuestas altisonantes de escaso rigor dirigencial.
Central tocó fondo. Depende del real, sincero compromiso de sus directivos y futbolístas para salir de esta humillante situación. No tender a salvarse sólo porque no es posible. Eso sólo conduce al fracaso