Crónica de una derrota anunciada

Todo lo que empieza mal tiene que terminar preferentemente mal. Esto resume la participación de la Selección Argentina en Rusia 2018 tras la eliminación en octavos de final.

Desde el fatídico 38 a 38 en la elección de autoridades de la AFA el fútbol argentino viene en franco descenso en su categoría de potencia internacional. Parece que pasó una eternidad del último mundial donde Argentina disputó la final de la Copa del Mundo.

Se creía que no podía haber peor administración que la de Julio Grondona, pero los hechos han demostrado lo contrario. Desde su muerte, el fútbol argentino en lugar de encauzarse después de un gobierno totalitario, viene retrocediendo escalón por escalón. Para sucederlo ni siquiera supieron contar votos. El vergonzoso 38 a 38 parecía una joda de Marcelo Tinelli uno de los candidatos.

En esa anarquía el Tata Martino que reemplazó a Sabella despues de Brasil 2014 hizo lo que pudo, disimulando el retroceso que ya imperaba en nuestro fútbol. Con buen manejo y algunos altos rendimientos llegaron las dos finales perdidas en un torneo de inferior valía como es la Copa América. Las dos perdidas por penales y contra Chile. Demasiado para el ex técnico de NOB que pegó el portazo y se fue tras la negativa de los Clubes de entregar a los jugadores para los Juegos Olímpicos.

Luego con la intención de evitar un nuevo papelón público y lleno de luchas internas, llegó la elección del Chiqui Tapia como Presidente de la AFA. Habría que revizar las estadísticas para ver en que fútbol del mundo un presidente de un club de la cuarta categoría del fútbol argentino llega a ser electo casi por unanimidad, el máximo responsable de la Asociación del Fútbol Argentino.

Edgardo Bauza que había llegado de la mano de una muy pobre intervención institucional comandada por Armando Perez, no tuvo tiempo de acomodarse y Tapia and Company lo eyectaron del puesto de DT tras un puñado de partidos. Tras entregar la televisación del Futbol a corporaciones mediáticas, viajaron a España para pagar una fortuna por Jorge Sampaoli en la resición del contrato con el Sevila. Lo evaluaron por los resultados ya que nunca lo vieron trabajar dado que el hombre de Casilda nunca fue entrenador en nuestro pais, salvo su paso por la Primera C con Argentino de Rosario. 

Nadie se preguntó desde la AFA si Sampaoli podía dirigir igual que en Chile, un país sin historia y sin presiones futbolísticas, a una selección nacional potencia en el mundo, con figuras en las ligas europeas y el mejor jugador del mundo. Parecería que no. Fueron pusieron la plata y ahora se compraron un problema. Porque quedó claro que el puesto de Técnico de la Selección a Sampaoli le quedó grande.  

Por lo que se vió nunca pudo armar un equipo. Su idea de jugar con tres en el fondo que tan buen rendimiento le dio en Chile, acá hizo agua y tras las goleadas sufridas contra Nigeria y España previas al mundial, el DT quedó atrapado en sus propias dudas. Tal es así que los jugadores armaron su propio esquema dentro de la cancha en los partidos del mundial. Con esta falta de autoridad y confianza frente a sus futbolístas y peleado con parte de su cuerpo técnico, lo único que podía lograr que Argentina escalara en el mundial era un milagro. Nunca paró el mismo equipo en cada partido y terminó de hundirse en jugar frente a Francia sin un 9 de área. Sumado esto a los flojos rendimientos de la mayoría de los jugadores, la eliminación no sorprende a nadie.

Messi no tuvo un buen mundial pero está claro que necesita de un equipo que funcione como tal para que brille como en el Barcelona. La defensa siempre ofreció ventajas desde el arquero hasta los cuatro del fondo. Recibió 9 goles en cuatro partidos. A nada se puede aspirar cuando a un equipo cada vez que lo atacan le marcan un gol. Del mediocampo el único que rindió fue Javier Mascherano, pese a que no está en el mejor momento de su carrera le sobró categoría y entrega para ser el mejor futbolísta de la Selección. Poco de Banegas, Enzo Perez y Di María para que fueran los socios que Messi necesitaba. Arriba todo fue confusión. Aguero e Higuaín nunca tuvieron el respaldo total del DT para ganarse el lugar y Pavón insinuó más de lo que concretó. 

Quedará develar algunos misterios. Porque Dybala, figura en la Juventud, jugó solo unos minutos contra Croacia y Lo Celso no ingresó ni un minuto en el mundial cuando había sido titular en toda la parte previa de los entrenamientos en Barcelona. O porqué se jugó sin delanteros frente a Francia, que si algo había demostrado en la primera fase del mundial eran algunas dudas en defensa. Sin delanteros de área, los franceses arrancaron ganando el partido desde el vestuario.

En definitiva nuevo tropezón de la Selección Argentina. Con un DT que no estuvo a la altura. Jugadores otra vez lejo del nivel que le vemos en sus clubes semana a semana. Dirigentes más dedicados a las formas, que a capacitarse para resolver los problemas de fondo que hoy tiene el fútbol argentino. Quizás el fútbol sea el espejo donde tambíen nos vemos reflejados como país

Ariel Marini