Se trata de un marco normativo que promueve derechos y garantiza políticas públicas para las y los jóvenes santafesinos.
La Cámara de Diputados de Santa Fe dio media sanción este jueves al proyecto de Ley de Juventudes presentado por la diputada del bloque Socialista, Gisel Mahmud, y que rescata un trabajo de muchos años en la provincia durante las gestiones del Frente Progresista, Cívico y Social, cuando se puso en funcionamiento un Gabinete Joven, creado por el exgobernador Hermes Binner.
Durante la fundamentación del proyecto, Mahmud sostuvo: “La trascendencia de esta ley es que nos brinda la posibilidad de ser jóvenes, de disfrutar nuestra juventud, de tener derechos y desarrollar un proyecto de vida. Construye un nuevo piso para que se hable y haga sobre juventudes; nos da visibilidad y nos incluye en la agenda pública. Que fue justamente lo que hizo el Frente Progresista cuando gestionó la provincia”.
“Hoy, en cambio, tenemos que lamentar que todas esas políticas, que no eran de un partido, sino de la decisión política de un gobierno no estén más y las únicas perjudicadas son las juventudes, ya que no tener políticas públicas de juventudes, como eran el Ingenia, el Emprende Joven, el Nueva Oportunidad, dirigidos desde una Secretaría específica, les afecta a jóvenes que necesitan oportunidades y quieren hacer, expresarse y avanzar. Justo en este momento que las Juventudes más necesitan acompañamiento por ser especialmente afectadas por esta crisis sanitaria, económica y social”, argumentó Mahmud durante la sesión.
Vale recordar que en el año 2014, la Ley de Juventudes se presentó por primera vez como mensaje del Poder Ejecutivo, cuando Paco Garibaldi era responsable del área, aunque luego perdió estado parlamentario en el Senado provincial. Por segunda vez, como mensaje del entonces gobernador Miguel Lifschitz, ingresó por la Cámara de Diputados en 2017 pero tampoco tuvo tratamiento. Todas estas iniciativas contaron con los aportes de jóvenes que participan en organizaciones sociales, políticas, sindicales, centro de estudiantes, grupos juveniles, cátedras universitarias, especialistas, áreas del Estado provincial y de distintas localidades.
La ley
La normativa “surge de la necesidad de garantizar políticas públicas destinadas específicamente a las juventudes de la provincia, planes, programas y proyectos diseñadas por y para las y los jóvenes de Santa Fe”, destacó la legisladora, quien explicó que entre algunos de los derechos que contempla el proyecto destacan “la Igualdad en la diversidad sexual, la participación, la educación, el acceso a educación sexual integral, derecho a la vivienda, al trabajo, a la salud, a un ambiente sustentable y saludable y al deporte, entre otros”.
Así mismo, prevé la creación de un Gabinete Joven para diseñar, planificar y ejecutar políticas públicas con perspectiva joven, un Consejo Provincial de Juventudes como espacio plural para la discusión, diseño y monitoreo de políticas para las juventudes y elaboración de estás. También una Red de políticas de juventudes en municipios y comunas, un Observatorio de juventudes para producir conocimiento y sistematizar información sobre juventudes y por último, una Defensoría de juventudes en el ámbito de la defensoría del pueblo para velar por la protección y promoción de los derechos jóvenes.
En este sentido, Mahmud destacó: “Resulta también necesaria esta ley porque cubre un vacío legal y garantiza que las continuidades de las políticas de juventudes no dependan del gobierno de turno, como sucedió en Santa Fe, donde ya no contamos con un Gabinete Joven ni una cartera específica del Estado que trabaje por y para jóvenes. La falta de políticas de juventudes en la Provincia de Santa Fe hace que la situación para las y los jóvenes sea cada día más difícil. Los programas que contribuían a mejorar esta situación fueron eliminados sin justificación”.
Datos que alarman
“En este contexto de pandemia, el debate por una Ley de Juventudes toma más fuerza ya que son las y los jóvenes quienes vienen sufriendo más los efectos”, señaló la diputada, quien citó datos del Indec que marcan que uno de cada dos jóvenes en Argentina es pobres, los menores de 30 años fueron los más perjudicados por el desempleo, y que hay una brecha digital del 37% que impide a muchísimos jóvenes terminar sus estudios”.
En relación a los indicadores de pobreza y empleo, “reflejan la precariedad laboral de los y las jóvenes de Argentina y la falta de políticas públicas”. Mientras que la población de entre 30 y 64 años perdió el 15% de empleo, en los y las jóvenes menores de 30 el impacto fue del doble, ya que el 31% perdió su trabajo de un trimestre a otro. “Hoy en día hay un millón y medio de nuevos jóvenes pobres”, explicó.